martes, 1 de noviembre de 2016

La importancia de llamar a las cosas por su nombre. La digitalización de la PYME

Se hace urgente encontrar otra forma de clasificar a las empresas. Bajo la categoría PYME, englobamos al 99,9% de las empresas. Eso no es clasificar, eso es hacer una categoría del todo.


Me he encontrado de repente con el Retrato de las PYME 2015 y de la primera tabla se puede extraer el siguiente gráfico:

El número de empresas sin emplead@s (traducido sería lo que llamamos autónom@s), supera en más de 200.000 el total del número de empresas con asalariad@s (incluyendo las grandes empresas).

Si pensamos en cualquier política pública de fomento de la competitividad, ¿qué sentido tiene mezclar churras con merinas, mas allá de que ambas son ovejas?

Si hablamos de la perentoria necesidad de digitalización de la PYME. el último mantra en cuanto a gestión empresarial, del cual (añado) soy firme creyente, ¿qué herramientas comunes podemos desarrollar o diseñar que sirvan tanto a una empresa sin asalariad@s o una de 247? Aquí volver a los clásicos siempre es una la opción. Kotter y su "Al frente del Cambio":
  1. Crear sentido de urgencia
  2. Formar coalición
  3. Desarrollar la visión
  4. Comunicar la visión
  5. Eliminar obstáculos
  6. Asegurar los triunfos a corto plazo
  7. Construir sobre el cambio
  8. Fijar el cambio cultural en la organización.

Volviendo al meollo de la cuestión y obviando por ahora factores como el sector, la cultura de la empresa, el nivel de apertura a la colaboración con sus stakeholders, etc...la digitalización en las empresas de menos de 10 trabajadores (microempresas), probablemente tenga que partir en un porcentaje muy alto de la alfabetización digital de las personas. De la adquisición de competencias digitales básicas. Desde la utilización de procesadores de texto (todavía aunque nadie se lo crea, existen "papeles" escritos a mano; ordenes de fabricación o albaranes por ejemplo) y ofimática en general, pasando por la (óptima) utilización del correo electrónico, Netiqueta, ...

Es a priori más adecuado, que en empresas de más de 10 trabajadores, se haga necesario además de lo anterior (quizá no en toda la organización), la implementación de herramientas colaborativas en la nube para el repositorio de documentos, Drive, Dropbox,.. además de Videoconferencia, implantación de un CRM, ...

Las mas cercanas a 250 empleados, posiblemente (¿no?) tengan superados estos aspectos y puedan deban estar pensando en algo similar a esto:


Por supuesto, nunca se puede hablar de generalidades, una Start Up de 5 trabajador@s, seguramente esté notablemente mas digitalizada que muchas empresas de 150. Pero precisamente ahí se encuentra el riesgo y el error, no podemos hablar de PYME. Necesitamos nuevas formas de clasificar a las empresas. ¿Disgregamos más el tamaño? ¿El tamaño importa? O podemos clasificarlas en función del ¿nivel de digitalización? ¿competitividad? ¿sector? ¿cultura empresarial? 

En todo caso, mi opinión es que clasificarlas en base a número de empleados, cifra de negocios y/o Balance tenía sentido en el siglo XX, bajo una lógica de Economías de Escala. Pero si queremos afrontar realmente la transformación digital de las empresas, tenemos que buscar y encontrar otro punto de referencia. 

¿Alguna sugerencia?

lunes, 14 de marzo de 2016

Las universidades no estan cerca de lo que necesitan las empresas

Según los datos de la EPA en el cuarto trimestre de 2015 la tasa de desempleo en la CAPV es de un 12,89% mientras que la tasa de paro juvenil se situa en el 41,1%.

Me surge la cuestión de cuanto de ese paro juvenil, se debe a una falta de cualifiación en la oferta y cuanto a una falta en la demanda. En todo caso quiero aportar un dato: en el caso de Enpresagintza, el dato de desempleo es de un 12,03% a los 6 meses de haberse titulado (datos propios de los titulados en 2015, tanto de Mastes como de Grados)

Lejos de caer en la autocomplacencia, el curso pasado pusimos en marcha (hasta donde sabemos al menos) el primer grado en ADE en alternancia: #myGADE

El punto de partida fue preguntar a nuestras empresas colaboradoras ¿qué demandáis a l@s recién graduad@s? ¿En qué tenemos que formarles? ¿Qué buscáis en los recién titulados? La respuesta fue contundente, las empresas buscan:
Qué es lo que demandan las organizaciones en los recién graduados. Fuente: elaboración propia (respuesta de 50 organizaciones)

Como se observa en la infografía, la conclusion es evidente, las empresas no aprecian grandes carencias en los conocimientos técnicos de l@s egresad@s, sino que buscan otras capacidades y especialmente actitud como efecto multiplicador de los conocimientos adquiridos durante la carrera.

Pero aun así.. ¿cómo conseguimos dar una formación que encaje en un mayor porcentaje si cabe, con los perfiles técnicos que nos demandan las empresas? Pues no hacia falta inventar el agua tibia...tan sencillo (y complicado a su vez) como incorporar a las empresas en el proceso formativo, haciéndolas protagonistas y codiseñadoras del mismo.

Así dicho, suena fantástico para la Universidad y práctico para el alumno, pero, ¿por qué se van a meter las empresas (nos gusta mas hablar de organizaciones) en este lío? Nuestra experiencia (después de habernos juntado con mas de 300 empresas) nos dice que:
- Las organizaciones SIEMPRE buscan talento.
- Las organizaciones debido a la crisis han tenido que reorientar el rumbo de sus negocios y necesitan incorporar perfiles que les hagan mantenerse competitivas en este nuevo paradigma empresarial.
- Otras, las menos, se enfrentan a procesos de relevo generacional, que tienen que afrontar añadiéndole dificultad a esta nueva realidad.
- De forma general además, las organizaciones, están pasando por un proceso de digitalización, que creen (aquí podemos debatir largamente) no pueden afrontar sin la incorporación de las nuevas generaciones.

El reto se encuentra, precisamente en el mayor punto fuerte de este modelo, en la individualización de la formación, en formar a l@s alumn@s en el perfil que necesita cada una de las organizaciones. Es indudable, que no es la misma formación la que necesita un financiero de Ulma, que un adjunto de dirección en una PYME de menos de 25 trabajadores, o un comercial en Laboral Kutxa.




La solución es codiseñar con las organizaciones (a las que hemos bautizado como Learning Companies) planes de carrera internos dentro de las mismas, donde lo que se busca, es formar de forma escalonada y paulatina al alumnado. Para ello es imprescindible la presencia de un mentor en la organización que vele por que se vaya incrementando la dificultad de las tareas a realizar y de las responsabilidades a asumir por el alumno, en busca de una curva de carrera adecuada al potencial del alumn@ y de la necesidad de la propia organización.

Ahora bien, ¿en qué funciones? ¿Qué tareas pueden desarrollar? La gestión empresarial, consta de tantos departamentos, áreas, llamémosles funciones, que lo importante es que l@s alumn@s trabajen  en el desarrollo de unas competencias transversales que le ayuden a desarrollar su carrera profesional en cualquier área y/u organización. Estas competencias que creemos básicas son la adaptabilidad al entorno, iniciativa, proactividad, autoconfianza o responsabilidad.

En el ámbito académico, nuestro alumnado se forma, tanto en las materias básicas, como en la gestión de empresas para esta nueva época o particularmente en las nuevas tendencias que se observan en lo que hemos catalogado como modelos empresariales emergentes, que marcan politicas y prácticas de gestión avanzadas.

De esta forma, ¿crees que este modelo es capaz de acercar el mundo universitario al empresarial? ¿Qué competencias ves necesarias y que no estén contempladas? ¿Está tu empresa necesitada y preparada para incorporar a alumn@s bajo este modelo? 


Se aceptan críticas (las más), halagos (los menos), preguntas y aportaciones... ;)

lunes, 25 de enero de 2016

Vendedor, ¿te controlan o supervisan?

Hace poco en una visita a una empresa, me decían "José Luis, tenemos una necesidad clara en el departamento comercial. Ahora mismo hay una persona muy válida, pero que no se deja ayudar. Es cierto que hace muy bien su trabajo, pero tiene tal acumulación de tareas que no llega. Sin embargo, se hace imposible siquiera plantearle coger a otra persona para ayudarle".
En muchas (por modestia, no me atrevo a decir todas) organizaciones -seguro que tu estás pensando en alguien- existen personas como estas que no se dejan ayudar, recelosas y controladoras de su trabajo, acaparadoras de trabajo y que aunque desarrollen bien su actividad, en tiempos de grandes picos de actividad (95% del tiempo) se convierten en tapones.
El dilema surge en cual debe ser el sistema de ¿control o supervisión? de este, pero también de otro, tipo de personas. Todos conocemos a Deming y su famoso pdCa, de nada sirve planificar si no controlamos lo realizado y sus resultados, ¿verdad? No se trata del Gran Hermano (basado en la magnifica novela 1984, no confundir con el reality), que todo lo ve y todo lo controla, ¿o si?

Imagen de la película 1984. Dirigida por Michael Radford.
Dentro de las organizaciones y específicamente en el ámbito comercial es decisivo definir cual será el sistema de control del equipo de ventas. A grandes rasgos hay dos formas de hacerlo, controlar los resultados o supervisar el comportamiento. Para decantarse por uno de ellos, la primera pregunta que hay que hacerse es ¿Qué es más eficiente, aumentar el número de policías en la calle o educar en la educación vial?
Con esto lo que quiero indicar es que tenemos que reflexionar, si es mas interesante controlar los resultados que obtienen nuestros comerciales (venta, margen, pedidos cuota, ...) o su comportamiento (visitas, tiempo dedicado a los clientes, conocimiento de los mismos, nivel de motivación, implicación, ...). Sería el eterno debate futbolístico de ¿qué es mejor, jugar bien o ganar?.
En lo que escribía este post (no soy especialmente rápido haciéndolo), me he encontrado con este otro de José Miguel Bolivar, en el que plantea la disyuntiva entre dirigir por objetivos o por tendencias. Creo que la respuesta en gestión siempre es depende...Depende del mercado en el que te encuentres, de tu producto, de tu estilo de dirección, de tus vendedores, de tus objetivos a largo (Visión, Plan estratégico), y un largo etcetera... Brevemente describo pros y contras de cada uno:

Control de los resultados
Su aplicabilidad es indudablemente más fácil, es mucho más objetivo (se miran datos concretos) e incluso más motivador para un perfil de vendedor que casi llamaría old school...  😉
Sin embargo, corres el riesgo de que estos tengan comportamientos menos éticos en busca de la venta (en concreto por la comisión asociada), que no presten atención a funciones más asociadas a la gestión dentro de la venta y que además muestren reticencias a vender nuevos productos de más difícil penetración en el mercado.

Supervisión del comportamiento
A la empresa, mejor dicho al director@ comercial, le resultará más fácil decidir las pautas de comportamiento (con el riesgo que eso pueda comportar), de igual manera que la empresa podrá poner el foco en relaciones y objetivos a largo plazo, pudiendo medir el impacto en un periodo superior y no sólo el resultado (entendido en el anterior símil futbolístico). Claro, que se corre el riesgo de que el equipo comercial, se acomode, pierda tensión por las ventas y que este se sienta juzgado en más en lo personal que en lo laboral. Por último, un sistema de seguimiento del comportamiento es evidentemente mas subjetivo y por ello complejo.

Fórmulas mixtas
Parece que a priori, otorga el equilibrio entre el corto y largo plazo, y es probablemente el sistema más utilizado en las organizaciones. Este sistema permite alinear los objetivos comerciales con los del conjunto de la organización, aunque necesita de una gran coherencia entre lo cuantitativo y lo cualitativo, entre las ventas mensuales y el refuerzo del conocimiento del cliente, entre el control del gasto y la formación del equipo comercial, entre los resultados individuales y el trabajo en equipo.

Lo que resulta evidente finalmente, es que el sistema de (le llamaremos finalmente) seguimiento del equipo comercial, debe ser efectivo, fácil de implantar, entendible por el equipo y justo por parte de la dirección. Que debe ser manejable sin dejar de recoger las imprescindibles variables clave, que permitan gestionar y optimizar la actividad comercial.

¿Qué sistema se usa en tu organización? ¿Crees que es justo? ¿Efectivo? ¿Qué echas de menos?



lunes, 7 de diciembre de 2015

La falta de compromiso de los Millennials

Esta semana, en la clase de Organización de equipos de ventas, hemos contado con la presencia de Silvia Virto de Adecco, que nos ha hablado de procesos de selección para perfiles comerciales. Desde luego no puedo más que agradecerle su presencia en la clase, así como la frescura de sus explicaciones y sobre todo, y lo que más me gusta cuando viene un ponente experto, que den baños de realidad a los alumnos. Por mucho que un profesor intente hacerlo, el alumno siempre lo ve como algo mucho más teórico, que cuando viene una persona profesional a hablar de un tema.

La sesión terminó además con la simulación de un proceso de selección grupal donde parte de los alumnos tomaron el rol de entrevistados, y otros de entrevistadores. Una dinámica muy oportuna, y que sirvió entre otras cosas, para que los seleccionadores trabajasen la asertividad al tener que decidir y explicar quien era la persona seleccionaban y por qué.


Previo a este trabajo, Silvia nos hablo de los perfiles demandados, y dio ciertas características que identifican a los jóvenes, siempre desde el punto de vista de las empresas. Más allá del riesgo que conlleva etiquetar a toda una generación, estas parecen que son algunas de estas características:


En mis reuniones con director@s de RR.HH y gerentes, sale a menudo este tema de los valores de "los jóvenes". Al respecto, una de las mejores frases que he oído en mi vida, ha sido a Antonio Cancelo, persona a la que entre mis compañeros tenemos la máxima de escucharle al menos una vez al año y que fue alma mater de Eroski y Presidente de la Corporación Mondragon: "Los antigüos persas ya decían que la siguiente generación de jóvenes iba a acabar con su civilización, pues parece que han pasado unos 3.000 años, y hemos sobrevivido...".

Una de las cuestiones que sale mucho, es la falta de compromiso de los jóvenes, cuestión en la que no estoy muy de acuerdo. Sí que creo que el concepto de comprometernos lo entendemos de diferentes formas, quizá nosotros, y más aun nuestros padres, abuelos, etc.. entendíamos el compromiso como "he dicho que voy a hacer algo y por lo tanto me siento en la obligación moral de hacerlo". En las nuevas generaciones sin embargo, el compromiso es con el proyecto.

Me explico, mientras sienten que el proyecto en el que están embarcados (profesional, personal, equipo de baloncesto, pareja...) cumple con sus expectativas y necesidades, muestran un gran nivel de implicación y desempeño. Eso sí, cuando esto no se cumple, no les duelen las prendas en cambiar o abandonar ese proyecto, sin traumas, sin grandes estridencias...

En lo laboral, creo que tenemos mucha culpa las generaciones anteriores. Nos hemos pasado mucho tiempo avisándoles "olvidaros de tener un trabajo para toda la vida", "las oportunidades no las vais a tener al lado de casa, os va a tocar salir al extranjero a buscar trabajo" y ellos no sólo han comprendido el mensaje, si no que lo han comprado, con lo cual sus expectativas son esas...

El otro gran tópico es el de los nativos digitales. En este sentido, lo que intento trasladarles a mis alumn@s es que en muchas empresas, esperan que ellos sean los encargados de digitalizar sus negocios y procesos, pero sinceramente creo que aún están lejos de poder hacerlo. No al menos sin la formación adecuada y simplemente por ciencia infusa.

A tal respecto, hablando con la propia Silvia de Adecco sobre un artículo del diario Expansión, entorno a la llegada de la generación Z al mercado laboral ("no confundir con millennials", ¿no? 😉), surgió una interesante reflexión; Es cierto que están habituados a utilizar las redes sociales y el móvil como herramienta para todo (a modo de navaja suiza), pero aún están lejos de dominar todas las aplicaciones e implicaciones que tienen en el mundo laboral.

Espero no haber incurrido demasiado en etiquetas, pero es que los de la Generación X, somos así!

sábado, 28 de noviembre de 2015

Black Friday o la verdad os hará libres

Me he levantado está mañana y en esos pequeños placeres del fin de semana he echado un vistazo sin prisas a twitterland. No ha sido difícil topar con el tema del día. El famoso Black Friday, del que personalmente no había oído nada hasta el año pasado, donde  aproveché para "picar", pero del que se lleva escribiendo y oyendo 2 meses. "12 claves para sobre vivir al Black Friday", "Como asegurar el éxito de tu tienda on-line el Black Friday"... 

Mi primera reflexión es si verdaderamente, este tipo de campañas, son rentables para los comercios y grandes cadenas. El objetivo está claro, incrementar el numero de unidades vendidas aunque sea a un margen muy inferior (rozando el beneficio 0 en algunos casos). Pero sin tener datos exactos, creo que esto beneficia más a las marcas que a los retailers, por mucho que las marcas ofrezcan bonos o descuentos. 

Pero más allá de eso, ya desde ayer, empezó a circular bajo el hastag #YoNoSoyPardo denuncias a Mediamarkt (foto incluida, por supuesto) por cambios y subidas de precios. 


La OCU ha anunciado a través de twitter que denuncian a la empresa por saltarse la ley. La curiosidad me picaba (y mira que ya avisan que mató al gato) y me ha dado por mirar el #Timeline de Mediamarkt en el que responde a las muchas consultas que les hacen otros tantos clientes indignados. Tengo que decir que chapeau para el (los) CM(s) de la marca. Dar la cara con ese chaparrón y en algunos casos con verdadero ingenio no tiene que ser nada fácil.


Lo que me cuesta más entender, es, como una empresa hoy en día, se le ocurren realizar prácticas de este tipo. ¡Pero si nos llevan bombardeando con este famoso viernes (que en el menor de los casos está siendo todo el fin de semana incluso semanas enteras), desde hace dos meses! ¿Nadie en la compañía había previsto que la gente interesada en comprar en este día, habría previamente hecho una prospección de precios, no solo en Mediamakt, sino en la competencia, en la web y hasta a su cuñado? (cuantos anuncios de cuñados estamos viendo últimamente...) Que además, esta gente iba a sacar fotos de lo que buscaban (para que escribirlo en un papel, si es más fácil sacar la foto) ¿y que estas se iban a compartir?. Hasta el más principiante de los estudiantes de marketing, sabe que hoy en día, este tipo de compras son reflexionadas y que la búsqueda de información on-line y off-line es importante.

Si a estas alturas del partido, no hemos entendido el cambio que supone la web y las RR.SS. en los hábitos de compra, en como funciona el nuevo boca - oreja y en que tipo de consumidores y sociedad nos estamos convirtiendo, mal vamos...

Claro que si pensamos, que facebook, twitter, instagram, etc.. sólo sirven para decir que hoy he desayunado café con tostada, que vaya baño de dio el Barça al Madrid (y luego a la Roma y temblando estoy por lo que le hará hoy a la Real), o que eso son tonterías de los jóvenes, y que las viejas fórmulas valen para los nuevos tiempos, pues pensamos "que todo el mundo es tonto".

Por cierto, algo así deben pensar los candidatos a la presidencia del Partido Popular y el PSOE, cuando rehuyen de participar en debates, como el de ayer en la Carlos III o el lunes en El Pais

No sé, si "La verdad os hará libres" (Juan 8:31-38) o "La verdad está ahí fuera" (Mulder y Scully), pero lo que está claro, es, que las marcas, los negocios, tienen que ser más transparentes, éticos, veraces. Esta globalización que tanto nombramos, ha provocado, que el mundo sea ahora como mi pueblo, que antes de llegar a la plaza, el del bar sabía que había desayunado café con tostada.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Adaptación digital de negocios maduros

Esta pasada semana se ha celebrado el Eurpean Ecommerce Conference (si os interesa echarle un vistazo, aquí tenéis el enlace para ver lo emitido vía streaming), al cual han acudido varios compañeros de trabajo mucho más duchos y sabios en la temática a tratar que yo y que no pararon de compartir sus reflexiones e impresiones con el hastag #eec15.

Esto me ha hecho caer en la cuenta que en mis visitas de los últimos 15 días (cerca de 20 organizaciones verdaderamente diversas en cuanto a tamaño, sector. Desde empresas de mas de 1.000 trabajadores -no hay muchas en Euskadi- hasta empresas de 4 trabajadores, pasando por algún Cluster y empresas de alto valor añadido), he encontrado un punto común en un un par de empresas exponentes a la máxima expresión de lo que conocemos como microempresas (sector maduro, que venden a cliente final, y 2ª o 3ª generación familiar). Después de unos años ya, me he acostumbrado a oír hablar a los gerentes de estas empresas de sus propias empresas como "el taller". 

Sin embargo esta vez, como digo, me ha llamado la atención oir un mensaje similar en una carpintería y una cristalería. Han comenzado a desarrollar su presencia en las RR.SS. Cierto que aun sin tener una estrategia clara, objetivos etc... pero si que me ha parecido interesante una reflexión. "Estamos en Facebook y Twitter, con campañas de google adwords, aunque todavía no podemos decir que hayamos conseguido ninguna venta a través de ello"

Los pedidos en este momento les entran principalmente por  el boca a oreja clásico. Nada por ahora de Word of Mouth digital. "Cuando más tarjetas entrego y más presupuestos consigo, es cuando estamos haciendo una renovación en una casa. Son vecinas y familiares los que nos prescriben". Eso da como resultado que las ventas las tengan terriblemente localizadas en ciertos barrios y les cueste terriblemente la penetración en otros territorios.

Pese que a si analizásemos la tasa de conversión o el ROI (hablando en términos meramente económicos) el resultado es 0, la motivación de estos negocios para estar en "la web" es clara. Los compradores actuales de sus productos/servicios - recordemos, principalmente reformas en el hogar - son (generalmente) personas de más de 55 años, que todavía no se han incorporado de forma masiva ni a las RR.SS ni a la compra on-line. En todo caso, estas empresas prevén que a medida que las generaciones más jóvenes, no solo accedan a la vivienda si no a la reforma de las mismas, el uso de la compra on-line crezca. 

Aquí quiero hacer un paréntesis para hacer referencia al estudio Estudio IAB eCommerce de IAB Spain, del que se desprende lo que se representa e indica en este gráfico: La penetración de la compra on-line es ya transversal tanto por genero como por edad.

Actividades realizadas en internet por genero y edad. Estudio eCommerce 2015 IAB Spain
Mientras estas empresas, esperan que esta tasa aumente aun más y que los más jóvenes y sus nuevos hábitos de compra lleguen a ese momento en el que adquieran y reformen sus hogares, tienen claro que tienen que estar preparados, y que el momento para "trastear" y probar en el 2.0 es ya!

Por ahora han descubierto dos cosas, la primera que pese a tener muchos "me gusta" en cada publicación de facebook, estas son de familiares y amigos, nada por ahora de nuevos y potenciales clientes. Y sobre todo, hay un cambio que les está afectando... el numero de presupuestos que tienen que preparar, se ha multiplicado casi por cuatro... ¿Por un aumento en la notoriedad de marca? ¿Un buen posicionamiento SEO y SEM? ¿buenas campañas de inboud marketing? Tal y como he dicho, están aun lejos de eso...Pero sí han detectado un cambio fundamental y que hace que se incrementen sus costes de preparación...Pedir un presupuesto ahora es mucho más fácil... sólo tienes que escribir un mail diciendo "¿y si en lugar del marco ser en aluminio lo pido en rojo pasión? ¿y si en lugar de un armario de 2x4 pido dos de 2x2?" Cuando tienes tiempo libre y un móvil en la mando, gmail se vuelve un arma peligrosa pensarán estos gerentes...

A Genis Roca le oí decir una vez que la llegada de internet supondrá para nuestra civilización tanto como el descubrimiento del fuego, la invención de la rueda o la imprenta.. yo en mi modesta opinión estoy de acuerdo...

Uno de los grandes retos de las microempresas, estoy seguro, va a ser adaptarse a esta nueva era y sobre todo estar allí donde sus clientes les busquen, por ahora en el barrio dando tarjetas, antes que después en el mundo digital...



sábado, 7 de noviembre de 2015

La PYME vasca busca y necesita comerciales

Llevo un tiempo visitando empresas y aunque no he recogido los datos, mi sensación cada vez mas creciente es que este periodo de crisis, ha impulsado a las empresas al desarrollo de la actividad comercial. Todavía recuerdo a empresas en el 2008 diciendo "nosotros no vendemos la verdad, nunca nos ha hecho falta, tenemos un producto de mucha calidad y nuestros clientes nos conocen y nos compran".

Esta semana el gerente de una PYME gipuzkoana me lo trasladaba en una sola frase, pero de manera muy gráfica: "el trabajo del director comercial hasta no hace mucho consistía en que el fax tuviese toner".

En Euskadi (mas aún en Gipuzkoa) además nos encontramos con otro problema. El trabajo comercial está mal visto. Identificamos el comercial con el charlatán que cierra negocios con una buena alubiada y un par de copas de más. Y qué narices, ¡Lo nuestro es fabricar y bien!

Me encuentro con empresas con buenos proyectos y ofertas de empleo para recién titulados que superan con creces el "mileurismo" pero que no son capaces de cubrir el puesto, principalmente porque los que cubren el perfil técnico y de idiomas, carecen de las competencias y sobre todo motivación para realizar una actividad comercial.

Se habla muchas veces de nichos de empleo y sectores clave, que sin duda hay que desarrollar, pero lo que tienen en común todos,  es que tanto productos como servicios tienen que ser vendidos. El "fabricar bien", ya no es garantía de competitividad empresarial. La calidad le diferencia tanto a una empresa como a un candidato saber inglés, se han convertido en factores higiénicos. 
Autoretratros de Van Gogh (Musée Orsay)  y Picasso (Narodni Gallery)
Una metáfora que yo utilizo en mis clases sacada del libro Inteligencia Comercial de Luis Bassat es la de Picasso y Van Gogh. Sin duda, y más allá de gustos, ambos grandes pintores. La diferencia principal entre estos dos genios, fue que Picasso vendió todas sus obras en vida, mientras que como es sabido Van Gogh murió arruinado, habiendo vendido un sólo cuadro en vida.

Como se suele decir, "en la calle" se detecta que las empresas han entendido que parte de su desarrollo y competitvidad, va por la vía de la excelencia comercial, ahora falta que como trabajadores (actuales y futuribles) nos concienciemos de la necesidad de desarrollar competencias comerciales.